los pescadores parecen estrellas en la superficie
de la bahía tibia y quieta
las estrellas en el cielo se mueven
te descuidas y cambian de lugar
como niños queriendo confundir
a su maestro cuando les da la espalda
tres días de noche en el mar
en el cerro los pescadores activan la salida
del sol con sus ropas duras de sal y sudor,
y la sangre que de estar cortando aletas por dinero
les salpica las comisuras de los labios y los ojos
los recovecos de las orejas
y bajo las uñas si se descuidan les queda un feo sabor
que descubren cuando quieren desayunar
y no pueden porque la boca se aleja a toda prisa de esa mano
preguntando con incredulidad
qué hiciste
(las aletas viajan a china en avión
el resto del tiburón queda en el mar
y aunque es difícil de imaginar
se ahoga)
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