Volver

El algoritmo es un espejo cubierto por un terciopelo negro. El terciopelo tiene bordes blancos y una cruz en el centro que nos protege para no caer en él. La cruz es el sol. El algoritmo es un lugar donde no hay sol.

El algoritmo es un espejo y yo quiero volver a ser un ser offline. Quiero estar desconectada y sentirme lejos. Como de viaje.

Dejaré que me mueva el módem con sus tonos. Muévete tú también si quieres. Recuperaremos nuestro himno. No nos conectaremos, sólo le pondremos play para encender nuestro recuerdo. La máquina que produjo la secuencia que conmueve a una generación merece todo nuestro cariño y debe ser una máquina realizada y feliz.

El algoritmo es un espejo y aunque este espejo esté colgado, puede caerse en él. Se cubre también para cuidar que nada se caiga hacia este lado.

Quiero estar contigo y no ser tu amiga en Facebook.

Volver al offline como Gardel volvía.

El online me robó las preguntas. Quiero preguntarte cosas offline. Quiero recordar mis preguntas y quiero morirme por saber algo que google no sabe. Quiero que las preguntas sean como la ropa. Quiero ser una mejor anfitriona de preguntas.

Escucha. Muchas cosas que amamos las hizo una máquina. Todo lo demás que amamos lo hicieron las abuelas.

Alguien atendió a esa máquina, cargándola y cuidándola del sol. La máquina ya se aprendió tu cara y ahora, a la menor provocación, dirá que no te reconoce, que no eres el mismo. La máquina no te dejará cambiar.

Y si volvemos como Gardel volvía.